Pensamos
que es fácil.
Nos dice
la tele que es algo sencillo,
mirar a
otros ojos como un teledirigido
y
aceptar ante Dios y la muerte lo frágil.
Nos
mencionan las películas románticas
los milagros
y embates que se sufren
por la
cobardía, por la pasión desmedida.
El
alimento para el amor de cada día,
es una
vasija llena de las promesas
que creemos
no poder romper,
que nos
obligan a ver todo con alegría.
No
saben que amar es un regalo.
El que
damos, más que el que nos llega.
En
amarte a ti no miro a los costados
porque fácil
es comparar lo que recibimos
pero
difícil es medir el amor que damos.