viernes, 22 de abril de 2011

A MI FAMILIA

Una mano que levanta un balde,
Una boca cansada de tanto besar.
Un corazón satisfecho de querer
Y una mirada limpia, de dulzura eterna.

Un viernes por la mañana
Sin preocupaciones más que las propias
De un amor compartido, siempre expandido

Es más que una sonrisa sencilla,
Más que compartir el pan,
Y repartirnos juntos la comida

Una sartén que hierve la comida
Un periódico extendido sobre la mesa
Y un montón de reniegos que pretenden
El bien de todas las personas
Que forman esta familia.

Se convierte en un solo cariño
De palabras que nunca faltan
De abrazos que no se olvidan
Un amor compartido
Una visión de armonía
Muchos años por pasar
Y una misma familia.


Mauricio Julián

martes, 12 de abril de 2011

MICROCUENTO DOS

Primero pensaba que querías destrozarme. Después empecé a aceptar que podías quererme; cuando empecé a imaginar que podrías amarme, apretaste mi mano, te fuiste de lado y quemaste mi corazón. Por eso siempre temo conocer gente nueva.

jueves, 7 de abril de 2011

MICROCUENTO UNO

Antes de escribir nada, quiero aventurarme a decir que ésta es la primera vez que publico un microcuento, si les gusta, díganme para seguirlos haciendo

Me encanta saber que estás del otro lado. Me encanta nuestra relación platónica en la que si existiera otro mundo yo estaría ahí a tu lado; pero somos dos imposibles, polos que por más que quieren abrazarse, están dando vueltas en el vacío. Por eso ya no te amo, sólo te miro. - Entonces él cerró la carta y la quemó, esperando que ella leyera sus letras, donde quiera que estuviera.

Por Mauricio Julián

martes, 5 de abril de 2011

MATRIMONIO FORZADO

Cuando el tiempo nos haga uno
Donde siempre sea lo mismo
Que repetimos todos los días
Y sin embargo sea diferente

El día en que me coloques en frente
Y no me veas con pasión, sino con cariño
El día en que lleguemos a la misma cama
Sin ganas de tocarnos, pero con una sonrisa.

El momento en que sea eterna la rutina
Pero que diario nos despida felices
Tú en mi cama y yo, del otro lado.

En el instante en que la costumbre
Nos diga que hemos vivido
Por fin, podré decir que no estaba enamorado
Y aún así, por los años, te he amado.


Por Mauricio Julián