domingo, 30 de enero de 2011

ESPONTÁNEO

Somos fruto de la casualidad
Juntarnos aquí es un cuento
Que no tiene parecido
A nada de la realidad

Camino yo de espaldas
Cuando tu usas las manos
Para describir un poco
Lo triste que somos humanos 

Es una coincidencia brutal
Que llegues el día 
Antes que me fuera de noche
Juraste no volverme a mirar 
Si no te volvía a encontrar 

Amo profundamente nuestra desigualdad
En casualidad de causas externas
El amor más que casual
Es una coincidencia 
Donde miramos al mismo mar 
Sin más allá que la evidencia
De soledades encontradas

Pero no me hables más
Si osas calcularlo 
Porque el amor no es auténtico
Si no es como el viento, espontáneo.

Por Mauricio Julián

miércoles, 26 de enero de 2011

UN PACTO

¿Qué tal si nos amamos y ya?
Yo dejo de fingir que te quiero
y tú dejas de decirme lo mismo.

Si rompemos todos los esquemas
porque trabajar en papel es absurdo
cuando tienes mi cuerpo para escribir,
las galaxias y andrómedas del universo.

Hagamos un pacto tú y yo.
Mientras tú me mires,
yo te beso,
cierra los ojos
y terminamos de hacer eso.

Sugestión entre líneas cortas,
una por aquí,
y otra por tus caderas.

Amémonos juntos, imposible hacerlo diferente,
estamos en el mismo sitio,
sólo queda amarnos o irnos.
No tenemos cadenas.

Por Mauricio Julián

martes, 25 de enero de 2011

EL MERCADO

Tenemos que vivir con miedo
De ser tocados, de estorbar,
Somos un tumulto silencioso,
Que muere por dejarse callar.

Hay una parafernalia de colores,
Todos son ruidos sin acústica.
Cada uno quiere pasar sin decirlo,
Al mismo tiempo, perdiendo el juicio.

Hay conversaciones más íntimas,
Que la confesión misma
Y nadie conoce a nadie.
Son formalismos de amabilidad.

Y sin embargo la doña se sabe
La historia del niño que perdió su madre.
Se abrazan el viejo y el traficante
Pues aquí todos son iguales.

Sin nombres y sin excusas,
Todos juntan experiencias,
Bajo un techo de aluminio
Comparten un pasado complejo.

Por Mauricio Julián
à todos.

sábado, 22 de enero de 2011

CARTA DE ADIÓS SINCERA

Gracias pero ya me cansé de esperar
De imaginar tus pensamientos,
descifrar si lo que quieres es jugar
o disfrutar de mi dolor

Es el último pensamiento que te doy
Me duele la cabeza de sólo mencionarte
Porque sé que la vida duele
Pero no tengo que sufrir por alguien
Que en realidad no me quiere

Quien ama a alguien
Lucha por quedárselo
No le dice que lo aprecia
Lo encierra en el armario y se va
Esperando a querer ponérselo

Porque no soy ningún pendejo
Y que te haces difícil de ver
Decido hoy que te dejo
Tengo mejores cosas por hacer

Gracias por tu tiempo
Pensé que algo podría ser
Disfruta del amanecer
Yo tengo por qué estar contento

No estaré para siempre
Esperando a que me quieras
Estamos en el presente
Dejémonos de chingaderas

Por Mauricio Julián

viernes, 21 de enero de 2011

LAS APARIENCIAS

Yo no quiero ser tu novio
aclaremos de una vez
yo pretendo señorita,
ser tu amante, tal vez.

En el que piensas cuando estás con tu familia.
El que deseas compartiera tu comida,
pero disfrutas más cuando llega a tu cama.

No quiero casarme contigo
quiero ser tu abrigo en el frío.
El amor que ronda tu ventana,
el abrazo desnudo que calienta tu cama.

No seré tu juguete social,
ése que presumes a mamá.
El que dices a tus amigas que te quiere,
los perros ya existen para eso.

No quiero ser al que das las gracias,
por un regalo, por un detalle, por un corazón.
Seré, quizás, quien te provoca ansias,
Al que agradecer, con un beso, pareciera poco.

Pretendo, si me lo permites
ser tu miedo, tu calor y tu desvelo.
Dejemos las apariencias para después,
querámonos de verdad y después seamos felices.


Por Mauricio Julián

à... probablemente ya lo sabe

jueves, 20 de enero de 2011

EL ÚLTIMO

Ese fue el último beso,
que me diste con cariño,
ue me sentí como un niño.

El último día en que te dije
lo importante que eras para mí,
que eres, que lo seguirás siendo.
El último abrazo bajo ojos ocultos
Un día que no logro olvidar.

El último momento en que pude mirar
tus ojos tristes voltear al cielo;
sentir paz por ti, e inquietud por los demás.
El último día en que te vi suspirar.

Fue el último segundo de complicidad
de mente amorosa, y un hijo incapaz
de darte más del amor que merecías.
Fue el último día que dijiste que me querías.

Hoy, en tortuosa despedida,
Es el último segundo que veo tu rostro,
Antes de que la fastuosa ceremonia,
Te lleve detrás de la piedra,
en lo oculto de las criptas.

Pero te aseguro, que jamás
habrá un último sentimiento
un amor muerto, o un olvido.

Porque no seré capaz
de dedicarte un último poema,
un último amor, unas últimas palabras
porque sé que en mi último día,
estaré preparado para encontrarte,
querida madre mía.


Por Mauricio Julián

martes, 18 de enero de 2011

EL CICLISTA

Era una velocidad poco común,
Veía todo volando alrededor de mí,
Nada me acompañaba, más que el viento
y la música que emanaban mis llantas.

Esfuerzo físico hubo de haber,
entre una selva de asfalto
No hubo en mí querer,
que me aprisionara más,
que el sentimiento de ser libre,
sufriendo.

Perseguía sus ojos como si los tuviera en frente,
sabía que era hora de verla.
Quizá mis ánimos y mi aspecto
no serían los mismos,
pero grande es el sentimiento.

Gritos, rayos y explosiones me sacan del sueño,
alerta, crece mi estrés como un veneno
mis pupilas alteradas buscan una salida.
El estertor viene de todos lados.

Doy mi alma a fondo,
a fin de salvar mi cuerpo,
los pedales se han fundido a mis pies.
No puede quedar mucho tiempo.

Siento el sudor entre la espalda y el miedo
escucho uno que otro refregar de fierros;
carece de sentido una vida
en medio de una zona de guerra.

Estoy a punto de salir, creo que he escapado
siento un cuchillo en la nuca.
De ya, siento un líquido amado
y veo mi cuerpo caer indiscriminadamente,
se estira y rasga, sobre el asfalto.

Como si rodar por una ciudad llena de autos
fuera lo más preocupante
mi vida me dejaba, a medio viaje
y ni siquiera pude volver a ver tus ojos.

Qué importa ya lamentarse ahora,
Si ni para amar me quedan fuerzas.

Por Mauricio Julián

A todos los que se juegan la vida por un mundo mejor.
à M.

lunes, 17 de enero de 2011

SIEMPRE TENDRÁS MI AMOR

París, siempre tendrás mi amor.
Dedicaba horas a mirarte,
Detrás de un viejo televisor.

Ahí donde pasé tardes desnudo,
Entre el frío y el hambre no me decidía
Si vivir en ti era amor, o agonía.

Conocí a una mujer, que todo lo tenía
Que en ti conoció las mejores noches de su vida,
Pero nunca te conocimos al mismo tiempo.
Yo era un vagabundo, eso era cierto.

Una vez recuperado, cortejé a esta princesa
Que al principio me quería,
Pero me terminó virando a lo largo,
Porque no era yo el callejero que conociste,
El dinero me cambió, ahora duermo bajo un techo.

Entonces me miró, me dijo mil maravillas de mí
Por eso era que me dejaba ir, no era tiempo de pertenecernos
Quizá después me querría, cerraría el ciclo,
Comenzaría una nueva vida
No tuvo el valor para decirme, que yo no era lo que quería

Por esas tardes que me hicieron tuyo,
Es que ella se fijó en mi cara y me quiso.
Por las luces que me borraron lo indigente en Trocadero,
Es que ella me dejó en el piso.

Y es a ella quien lamento
No haber podido disfrutarte entero
En alguna tarde del frío enero
Pues en mis males y en mis olvidos
Tú me recoges sin prejuicios.

París, siempre tendrás mi amor,
tu regazo no me olvida
sólo sé que tú me querrás siempre
aunque esperemos toda la vida.


Por Mauricio Julián

à M

domingo, 16 de enero de 2011

RELATO DE UNA NOCHE DE DESAMOR

Porque casi nunca pongo títulos largos.

Esta noche tuve más frío,
Será tu recuerdo o será tu olvido.
Lentas pasaban las horas,
Desde que dijiste que tu amor no era mío.

¿Y a quién le importan las pertenencias?
Si no sabemos querernos con paciencia.
Esa noche en que esperaste un momento,
Uno propicio, donde matarme no tendría testigos.

Y lo encontraste, pero en el momento de enterrar la daga,
Te diste cuenta de que tenías conciencia,
Que no te permitió matar a sangre fría,
Y quisiste confortarme con palabras tiernas.
Que me olvidara de mi dolor
Pues decías que no ibas a matarme.

Así que terrible asesina,
Te pedí en mi alucine,
Que si pensabas matarme después,
Mejor me quitaras ya la vida;
Pues más vale haber muerto hombre,
Que vivir cobarde, toda la vida.

Por Mauricio Julián

à M, que quizá ya sabe que el 90% del
contenido de acá es por ella. Hasta ahora.

viernes, 14 de enero de 2011

CIRCUNSTANCIAS

Me aventuro a la historia, provecho.


Es de esos días en que no quieres respirar, en que todo lo que el sol no alcanza a iluminar parece familiar. Estaba un tiempo en la acera, esperando a que el camión pasara. Ni siquiera era una esquina, era una banqueta vil y bien cuidada, con un poco de pasto que entresalía de las separaciones de las lozas. Ya ni siquiera veía al horizonte, sabía que si esperaba ahí más tiempo, en algún momento se le concedería el honor de que un método de transporte (ya ni siquiera era el camión) lo recogiera al fin. Mientras estaba ahí, mientras era ahí, pues eso era lo que mejor hacía: ser; empezó a descubrir dentro de sí cualidades que un transportista cualquiera quisiera para su vehículo, incluso para su negocio. De alguna manera, sabía todos los diferentes funcionamientos de una máquina de combustión interna; tenía conocimientos sobre eléctrica básica. No parecía un pasajero cualquiera; en las noches, sobre la misma banqueta, cantaba a la luna, que esperaba un día bajara a visitarlo, decirle que todo estaba bien; pero nunca lo hizo.
Pasaron semanas y no pasaba nada, nadie; parecía todo un lugar segado, se sentía ciego; o simplemente solo, no sabía describir lo que sentía. Cuando no cantaba, tomaba unas pelotas y se ponía a malabarar, cuando no entendía por qué lo hacía, sólo sabía que le gustaba. Perdido entre todas las cosas que aprendió en la espera de algo que no sabía si existía se fue a sentar en el porche de una casa abandonada, pero que curiosamente tenía una silla bastante limpia. Aprendió a estar ahí. Un buen día bruscamente se movió para recoger una flor, y un tornillo salido le rasgó el antebrazo y la mano. Pero no sangró, salieron telarañas y un montón de aire. Se sentía raro, era diferente sangrar a ver salir de una herida a insectos voladores y a telarañas. Supuso que no necesitaba del plasma rojo para vivir. Un buen día pasó un camión circense, que se paró justo a la entrada del porche en el que moraba; así que sin verlo bien, se acercó, cuando se dio cuenta que había todo lo que el sabía apreciar, se emocionó y corrió hacia el circo rodante; pero la percepción del camino lo hizo ver un paseo muy largo, pero lo logró, llegó al pie del autobús, cuando leyó en sus puertas cerradas: ‘No estamos contratando’. El camionero sólo lo vio, porque tenía que hacerlo; se volteó y se fue, con todas las ilusiones de él adentro. Cuando se encontró solo, vio en su herida un líquido rojizo, muy parecido a la tristeza.


Por Mauricio Julián

jueves, 13 de enero de 2011

ODA AL HERMANO

Este es un poema escrito a mi hermano, en unas vacaciones de primavera, espero lo disfruten.

Hermano mío, hermano del alma,
Eres muy bueno, pero me haces perder la calma
Y sin miedo al error o a la represaliam
Puedo afirmar que eres una gran mamada.

Cinismo es tu favorita palabra,
Duermes, mientras la vida no calla
Ríes de los fallos ajenos
Y poco te importan los buenos deseos.

Hermano, estás siempre vigente
Siempre te califican de buena gente,
Y como diría mi padre, chingas poco
Pero muy seguido.

Y aunque seas desempleado
Y te la vivas mucho acostado
Te quiero vivo, tengo que hacerlo
Pues siempre serás mi hermano.

Por Mauricio J. Coronado
Pa' mi hermano del alma, que tanto hace falta por acá.

martes, 11 de enero de 2011

EL CAFÉ, NEGRO. EL SACO, CAFÉ.

Estaba esperando un café
También una llamada.
Una sombría luz de verano
Cubría su boina calada.

Eran las diez, un momento fantasma
De la mañana es la hora perdida
Entre el amanecer y el mediodía.

Castigaba sus dedos con mordidas
Descabellaba sus uñas una a una;
Lo que hace la ansiedad
Y la espera de un amor potencial.

Vestía un saco café
Indumentaria más bien otoñal.
Sentía que desde entonces esperaba.
Sin sentarse hasta el infinito
Sabía que no llegaría esa llamada.
Aún así, esperaba.

Eran dos almas derramadas
Una de desesperanza en la espera
Otra, en la distracción de la vida
La pasaba bien, sin ser distraída.

Por una llamada, una manchita,
Que en su corazón dejó una flor
Promesa de un amor por venir
Que ahora quedó marchita.

Por Mauricio Julián

lunes, 10 de enero de 2011

SIN DESTINATARIO EXPRESO

Acuérdate de nuestros diciembres
que me veías bien y con ternura
donde te abrazaba con dulzura
¿te acuerdas de nuestros diciembres?

En esos días en que tú y yo
hacíamos de todo, nosotros
en que te buscaba sin encontrarte
y me sorprendías sentada en mi corazón.

Acuérdate de esos días que querías mis costados
y sin preguntarlo siquiera yo te los daba.
Acuérdate de las mesas vacías
por las que danzábamos lentamente,
porque en esos días, éramos nosotros.

Acuérdate de lo mucho que ya te quiero
que en poco tiempo fui cayendo
y que sin quererlo quedé ahí, contigo.
Y ahora que estás lejos, no puedo separarte de mí.

Acuérdate de nuestros diciembres,
antes de que te dignes a olvidarme,
que me querías entonces
que esperabas quererme más.

Y con el olvido, la distancia me acerca tu recuerdo
que no dejo de ver en el espejo,
junto a mí, una ilusión de tu reflejo.
La que me quiere, la que me llama.

Pero antes de que me dejes sin tu abrazo
acuérdate de nuestros diciembres,
en que la separación era un pequeño lapso,
aunque tristemente, haya resultado
en tu fatídico olvido.


Por Mauricio Julián


Quizá son sólo ideas
puede que no lo creas,
pero al tan fuerte sentirlo
tenía tan sólo que decirlo.

à M.

sábado, 8 de enero de 2011

CORRESPONDENCIAS

Son cartas de amor que nos escribimos
tú amas mis letras, yo tus facetas,
que aún no conozco pero si nos reunimos
será una de mis tretas.

Tú estás allá como si algo hubiera,
yo estoy acá esperando que algo haya.
Tengo tiempo para pensar,
en lo lento que pasa el tiempo
y en cómo sería tu mirada por la mañana.

Y es todo lo que se me viene,
que fingimos amistad
porque nos da miedo acercarnos más.
Que el precipicio está ahí
aunque nos rehusemos a verlo.

Y aún así nuestra amistad es hipócrita,
porque el encuentro corporal da miedo,
pero la separación espiritual es innombrable.
Si yo corro y tú vuelas,
en vez de verte a ti,
prefiero, sobre todo
Amarte a través de tus letras.

Por Mauricio Julián

domingo, 2 de enero de 2011

DE MAÑANA

Amanezco y es un juego surreal
tintes rosas flotan en la habitación
Un diezmo dejó sus huellas leales,
estaban ahí conchas y besos letales.

La mañana mojada estaba,
el cielo se olvidaba con su gris,
de su existencia, de nuestra insistencia,
de querer robado, de amar la violencia.

Todo podría parecer un mensaje
de una vida nueva, limpiando sangre
con la lluvia tersa, olvidando pecados
volviendo a tener cabezas huecas.

Veremos si así mejoramos
sobrevolamos la ilusión
La apreciamos por sus maravillas
y olvidamos que nos odiamos
Para regresarle a la Tierra
el amor, el fruto de la vida.

Por Mauricio J. Coronado