Ese fue el último beso,
que me diste con cariño,
ue me sentí como un niño.
El último día en que te dije
lo importante que eras para mí,
que eres, que lo seguirás siendo.
El último abrazo bajo ojos ocultos
Un día que no logro olvidar.
El último momento en que pude mirar
tus ojos tristes voltear al cielo;
sentir paz por ti, e inquietud por los demás.
El último día en que te vi suspirar.
Fue el último segundo de complicidad
de mente amorosa, y un hijo incapaz
de darte más del amor que merecías.
Fue el último día que dijiste que me querías.
Hoy, en tortuosa despedida,
Es el último segundo que veo tu rostro,
Antes de que la fastuosa ceremonia,
Te lleve detrás de la piedra,
en lo oculto de las criptas.
Pero te aseguro, que jamás
habrá un último sentimiento
un amor muerto, o un olvido.
Porque no seré capaz
de dedicarte un último poema,
un último amor, unas últimas palabras
porque sé que en mi último día,
estaré preparado para encontrarte,
querida madre mía.
Por Mauricio Julián
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