martes, 25 de enero de 2011

EL MERCADO

Tenemos que vivir con miedo
De ser tocados, de estorbar,
Somos un tumulto silencioso,
Que muere por dejarse callar.

Hay una parafernalia de colores,
Todos son ruidos sin acústica.
Cada uno quiere pasar sin decirlo,
Al mismo tiempo, perdiendo el juicio.

Hay conversaciones más íntimas,
Que la confesión misma
Y nadie conoce a nadie.
Son formalismos de amabilidad.

Y sin embargo la doña se sabe
La historia del niño que perdió su madre.
Se abrazan el viejo y el traficante
Pues aquí todos son iguales.

Sin nombres y sin excusas,
Todos juntan experiencias,
Bajo un techo de aluminio
Comparten un pasado complejo.

Por Mauricio Julián
à todos.

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