lunes, 29 de noviembre de 2010

JUSTO AL OESTE DE TOKIO

Un paso es lo que falta
lo que podría separarnos
o unirnos en este andén
esta parada de amantes.

Si es un paso tuyo, lo entenderé
porque sé que no será el mío
quedamos aquí en un abrazo eterno
o me entierran lejos, en un diván
o en un cuarto.

Es aquí en los aires del loto
que te busco delgada
con tu escote blanco
y tu falda azul marino.

Un paso más, que nos llevará en el tiempo
a ser frente al volcán pasible
la pareja que en una leyenda
selló su amor eterno
en un suicidio romántico.


Por Mauricio J. Coronado

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