Quisiera poder dejar de querer hablarte
Parar ese deseo innato que tengo
de no poder verte y con las palabras tocarte
Me gustaría pararme un rato a pensar
y que ver la vida no te traiga a mí
pero cómo negarte si sólo veo belleza
Respirar me representa
miles de esfuerzos conjuntos;
tratar de dejar pensarte
es una tortura mayor que quitarme el aire.
Pero me aterra más que de mi te hastíes
te llenes del mismo material de mis mentiras
de esas que te digo para que me quieras
y cuando te pueda ver y tocar
sea tu deseo el que no esté conmigo,
que logre en ti el infame deseo
de que no quieras ni verme
Así, te alejo de mis pensamientos,
te encierro en una esquina lúgubre
para no asfixiarte el día
con preguntar sobre lo que sucede en tu vida
aunque no haya para mí más importante
que estar alrededor de tus alegrías.
Por Mauricio Coronado
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