viernes, 13 de mayo de 2011

A MI MADRE

Palabras que no son palabras
Se dirigen a tu alrededor
En un espacio traslúcido
Donde no existe el olvido ni el dolor.

La concepción de una vida marchita
Sin tu presencia armoniosa y divina.
Es el fatal desconocimiento de tu existencia
De la alegría que regalas al mundo, con tu sonrisa.

Miles odas persiguen tus cantos
Que a besos expresas en amor, en llanto
Llanto de exaltación, de júbilo y felicidad
Que le da a las flores vivir a tu lado.

Miles momentos de ternura
Parecieran que hacen de ti una dura,
Persona que de tanto que ha dado
Necesita para sí, hacerse a un lado

Ser egoísta por unos días
Para recuperar toda la felicidad que provocas.
Pero no eres así, incansable, eternamente amorosa
Madre sin excusa, sólo con fines.
Reina de todos los delfines.

Lo que de palabras me faltan
De virtudes te sobran,
Que el amor y la dicha, nos reinen ahora
Hasta la eternidad que te espera

Pues el amor, cariño y bondad tan puros
Sólo son de personas eternas,
De almas sin velos, que caminan sin celos

Musa del viento que acaricia corazones
Eres tú, mi madre, de mis pasiones y mis dolores.
Que amor y alegría brindas al mundo
Que sin ti, muchos perderíamos rumbo.

Vereda de vida, que no persigue salida
Eres madre, eres hija, amante y amada.
Una delicia de vida, que nos inspira
Más que estas simples palabras,
que se pierden entre vitrinas.


Por Mauricio Julián

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